¡¡Hola a todos!! ¿Cómo va la segunda semana de septiembre? Nosotros por aquí preparando para las fiestas del pueblo que empiezan en muy poquitos días.
Hoy me apetece contaros un poco de dónde viene una de las tradiciones más bonitas y placenteras de una boda: la luna de miel. Además esta entrada coincide con la tercera y última superluna del verano.
En realidad su origen no está claro. Dependiendo de la cultura en la que nos centremos hay diferentes orígenes. Vamos a ver algunas de ellas.
- Cultura babilónica: El padre de la novia les obsequiaba con la cantidad suficiente de cerveza de miel como para beber un mes, el ciclo entero de la luna.
- Antigua Roma: La madre de la novia dejaba una vasija de miel en la habitación de los recién casados para recuperar fuerzas. Además se consideraba la miel como un potenciador de la fertilidad.
- Teutones: La bodas se celebraban únicamente en luna llena y los 30 días posteriores la pareja debía beber lícor de miel. Este periodo era la luna de miel.
- Escandinavos: Durante la primera luna tras el enlace, los novios debían beber hidromiel, la cual se cría que aumentaba la fertilidad.
- Burgueses del S.XIX: De ellos nos ha llegado la tradición del viaje. Tras el enlace, realizaban una excursión nupcial para visitar a los parientes que no habían podido asistir a la celebración.
He encontrado otro dato curioso. Resulta que a los recién casados se les sigue llamando novios desde el enlace hasta el final de la luna de miel. De ahí que durante la boda se grite "¡Vivan los novios!" y a la luna de miel también se le denomine "viaje de novios".
Pues eso es todo por el momento (que no todo por hoy, porque tenemos doble entrada). Os animo a salir esta noche a disfrutar de la luna, a que os relajéis observando el cielo y pensar en la infinidad del universo. Un beso, ¡marineros!
Nacho - Callejeando Madrid |
¿Dónde fue o será vuestra luna de miel?
Fuentes: